La escucha activa y la asertividad son recursos esenciales para construir una comunicación positiva, efectiva y eficaz en cualquier relación. Son por lo tanto las herramientas fundamentales para comunicar mejorar los procesos de comunicación de las personas en un entorno laboral o familiar.
La escucha activa hace referencia a las habilidades para atender y comprender los diferentes niveles que intervienen en la comunicación, tanto en relación a la información que transmitimos explícitamente, como a otros elementos que no decimos con palabras, pero que se encuentran implícitos en el intercambio comunicativo.
- Promover las condiciones necesarias para afrontar y resolver positivamente los conflictos.
- Reducir la incertidumbre que podemos experimentar en relación a las actitudes o comportamientos de otros miembros de la empresa o la familia.
- Favorecer la confianza y la seguridad en las relaciones interpersonales.