Es imprescindible reconocer nuestros propios sentimientos y emociones como paso previo a saber lidiar con ellos, así como poder interpretar los de quienes nos rodean. Una vez logrado esto, el paso siguiente es lograr manejarlos en forma adecuada. Esto permite que las personas podamos desarrollar las conductas adecuadas para evitar desbordes propios y actuar en consecuencia ante las manifestaciones de los otros. A su vez, si no logramos reconocer nuestras fortalezas y debilidades, difícilmente podamos relacionarnos adecuadamente. Esto implica conocernos y adoptar estrategias que nos permitan equilibrarnos.
De esta manera se pueden establecer relaciones interpersonales de mayor calidad, logrando autocontrol y empatía hacia los demás.
Lo que se busca es que las personas con discapacidad con dificultades emocionales puedan resolverlos en la medida de sus posibilidades, que aprendan a reconocer y a lidiar con sus limitaciones, para que ellas no terminen en frustración y en conductas disruptivas.
- Conocer las emociones básicas y secundarias.
- Comprender la función de las emociones.
- Identificar nuestro estado emocional.
- Tomar consciencia de nuestra responsabilidad en la gestión emocional
- Conocer estrategias y herramientas de control emocional.
- Comprender mejor nuestras emociones y las de los demás