Según un estudio de la Asociación Española de Psiquiatría Privada, en la actualidad, cerca del 8.1 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 34 años tiene riesgo de convertirse en adictos a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC).
Para ASEPP, si el menor tiene un bajo rendimiento o fracaso escolar, irritabilidad, pérdida de interés por actividades que realizaba previamente , trastornos del sueño o distanciamiento de la familia o amigos, puede ser un caso de adicción a las TIC.
Este tipo de trastorno no produce un deterioro físico, lo que hace que solo se acuda al médico cuando los jóvenes han desarrollado conductas muy perturbadas”.
Los expertos destacan la importancia de una detección y tratamiento precoz de esta dependencia porque se “corre el riesgo de que jóvenes que no han sabido madurar y adaptarse a las situaciones que se han ido produciendo en su vida debido a su aislamiento, tampoco lo hagan cuando lleguen a la edad adulta y no sean capaces de asumir responsabilidades”.
- Conocer las tecnoadicciones, sus características y señales de alerta.
- Identificar las señales de alarma que supone el desarrollo de una conducta adictiva a las TIC.
- Identificar factores de riesgo para que los alumnos sean capaces de detectar una posible adicción a las TIC.
- Desarrollar una actitud empática y altruista ante la problemática de las tecnoadicciones.
- Potenciar las habilidades comunicativas para favorecer la socialización y las relaciones interpersonales.
- Fomentar la autoestima y autoconcepto positivo en el ámbito educativo.
- Informar y formar sobre el uso controlado de las redes sociales y las TIC.
- Aprender pautas de actuación para hacer un uso adecuado y productivo de Internet.
- Identificar factores de protección que retrasan o impiden la aparición de las tecnoadicciones.
- Promover el autocontrol mediante la elaboración de un horario para todas las actividades, incluidas las relacionadas con las conexiones, estableciendo día, hora y duración del uso.
- Potenciar las habilidades comunicativas para favorecer la socialización y las relaciones interpersonales.
- Promover el uso de una comunicación asertiva, reflexionando sobre otros tipos de respuestas como la agresiva y pasiva.
- Fomentar la autoestima y autoconcepto positivo en el ámbito educativo.