La Inteligencia Emocional es la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos.
Es decir, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás.
Alguien con una buena inteligencia emocional debería ser capaz de aplicar las siguientes cosas:
- Pensar antes de actuar…y no ir a la deriva y a lo “loco” antes de hacer las cosas. Esto quiere decir que las emociones y la razón vayan de la mano. Hay que disfrutar, pero también hay que ser capaz de utilizar la inteligencia y analizar las emociones, especialmente cuando hablamos de ira, tristeza o frustración.
- Ser empático para poder entender, respetar y manejar las emociones de los demás, haciendo que la gente que nos rodee esté a gusto.
- Saber elegir bien las emociones en cada momento, para que nuestro comportamiento sea óptimo. Manejar, conocer y controlar bien las emociones negativas, especialmente en lo que respecta a: ira, tristeza, frustración y ansiedad/estrés.
Objetivos:
- Analizar las actitudes, aptitudes y conocimientos que debe desarrollar el líder para poder influir en la motivación y en los logros personales de sus colaboradores.
- Conocer cómo se desarrolla y aplica la inteligencia emocional en el trabajo.
- Aplicar el modelo de inteligencia emocional al liderazgo de las organizaciones del siglo XXI.