La depresión es el trastorno afectivo más frecuente en el anciano y una de las principales consultas médicas, aun cuando su presencia puede pasar desapercibida; el ánimo triste no forma parte del envejecimiento normal y no es un acompañamiento natural e inevitable del declive de la actitud social.
La depresión disminuye de forma sustancial la calidad de vida del anciano y puede abocar en discapacidad. Parece claro que un deterioro en la salud abogue hacia un ánimo deprimido, pero no se admite tanto que los síntomas depresivos complican el tratamiento de las enfermedades físicas y aumentan el riesgo de presentar nuevas enfermedades. Por todo esto, el diagnóstico y el tratamiento de la depresión es de vital importancia en el anciano.
El objetivo fundamental de este curso es aumentar los conocimientos teórico- prácticos sobre los signos y síntomas que provocan la depresión en el anciano, de cara a poner en marcha acciones terapéuticas que coadyuven al mejor abordaje de la depresión, y en definitiva a la mejora de la calidad de vida del anciano.