Por persona en situación de sin hogar se entiende aquella persona incapaz de acceder y mantener un alojamiento personal y adecuado por sus propios medios o con la ayuda de los Servicios Sociales, así como aquellas personas que viven en instituciones (hospitales, cárceles, etc.) pero no disponen de alojamiento personal donde ir al salir y personas que viven en alojamientos infrahumanos o en situación de claro hacinamiento.
Así por ejemplo, mendigo no puede identificar actualmente a las personas sin hogar, pues muchas de ellas no se dedican a esta labor; transeúnte tampoco, ya que se ha incrementado notablemente su carácter sedentario; lo mismo podríamos decir del concepto sin techo.
Como sabemos actualmente, la exclusión social es un fenómeno complejo y diferenciado del tradicional concepto de pobreza. Si la pobreza se asocia a la falta de recursos económicos, el concepto de exclusión implica la consideración de otras muchas variables: la educación, la salud, la vivienda, los vínculos familiares y sociales, el empleo,…En ese sentido, la exclusión social supone una acumulación de carencias en todas (o casi todas) esas variables, implicando la ruptura del vínculo social, la privación de derechos sociales y, en definitiva, la desigualdad.
Nos encontramos por tanto ante un panorama complejo en el que el profesional debe actualizar sus conocimientos y aprender nuevas estrategias de afrontamiento que le ayuden a dar respuesta a las nuevas demandas que le van surgiendo en el día a día. Esta es precisamente la finalidad de los cursos que presentamos a continuación.
- Mejorar la valoración de necesidades de PSH.
- Aprender a dar apoyo a PSH de fomentando un enfoque proactivo.
- Familiarizar al profesional que trabaja con PSH con el lenguaje técnico de evaluación y diagnóstico en Salud Mental.
- Proporcionar estrategias de afrontamiento para el trabajo diario con personas desafiantes.
- Conocer e identificar recursos más adecuados para necesidades de apoyo más específicas.