Los profesionales de la geriatría y gerontología auguran que el número de situaciones de malos tratos a los mayores irán en aumento a causa del progresivo envejecimiento de la población, de la esperanza de vida, del incremento de situaciones de dependencia física y psíquica y sobre todo por el mayor y mejor reconocimiento de los derechos de las personas mayores. No olvidemos los cambios sociales, culturales, los estereotipos negativos sobre el envejecimiento los cuales fomentan la discriminación por la edad (edadismo)
Todos estos factores nos van indicando la presencia de importantes transformaciones en nuestra sociedad las cuales es preciso abordarlas con una gran dosis de creatividad y celeridad Ante esta emergencia surgen cuestionamientos sobre las normas y las condiciones respecto a los cuidados familiares. Modificaciones en las pautas de las obligaciones de los parientes (el sentido de la obligación) que cada vez más va dejando de ser vigente. El cuidado a los ancianos no está claramente definido en normas sociales explícitas como lo está para los menores.
Se pretende hacer una llamada de atención a los profesionales y de forma específica a los psicólogos, educadores, trabajadores sociales y muchos otros, sobre la necesidad de sensibilizar e informar, puesto que su ámbito de acción es privilegiado para poder prevenir, detectar, diagnosticar e intervenir en estas situaciones.
El objetivo fundamental es implicar a toda la sociedad y denunciar el edadismo cotidiano y tantas veces, normalizado.
Por ello, como objetivos subsiguientes, con la realización de este curso, nos planteamos evitar la discriminación de las personas según por su edad:
- Es necesario abrir los ojos ante situaciones y formas de trato, consideradas como normales, pero que están generando maltrato a las personas mayores.
- Ante el maltrato, hay recursos legales e institucionales a los que acudir. La protección contra la discriminación por motivos de edad es un derecho universal para todos.
- Eliminar el abuso y maltrato no depende solo de las personas que cuidan sino del compromiso proactivo de instituciones y profesionales.
- Es necesario concienciara las propias personas mayores para que mantengan las riendas de su vida, frente a los riesgos de que otros decidan por ellas.
- La meta es el buen trato, un trato de excelencia, a las personas mayores. Simplemente, como a cada cual nos gustaría ser tratados.